Nota del Transcriptor:
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Jacinto Benavente
CRÓNICAS
TERCERA SERIE
MADRID
PERLADO, PÁEZ Y COMPAÑÍA
SUCESORES DE HERNANDO
Arenal, 11 y Quintana, 31 y 33
1912
ES PROPIEDAD.—DERECHOS RESERVADOS
Artes Gráficas MATEU.—Paseo del Prado, 30.—Madrid.
De sobremesa
Si la propaganda cunde, pueden regocijarselos padres, los maridos y todos lospaganos de lujos femeninos, cualquieraque sea su grado de aproximación masculina.Las damas de los Estados Unidos patrocinan,protegen y alientan una huelgade modistas. Tendría que ver, ¡ya lo creo!,que un exceso de civilización volviera á lasrefinadas norteamericanas al primitivo atavíode la hoja de parra, y que, por evitarla desnudez de las obreras, llegasen susdistinguidas clientes á la suya propia. Nopodía perdirse mayor altruísmo. Pero si[6]contra toda moda, con procurar siempreel mejor parecer de la mayoría, hay siempreresistencias y rebeldías por parte delas no agraciadas con ella, ¡figúrense ustedessi vestidura tan difícil para las feasy las mal formadas, como el natural físico,no ha de encontrar protestas!
De temer es que la huelga, alentada enpúblico por las damas, sea contrarrestadaen privado por ellas mismas, como aquellafamosa huelga de Lysistrata, tan graciosamentedramatizada por Aristófanes. Estambién un peligro que esta huelga modistiltraiga otras muchas huelgas de mayortranscendencia. Huelga de señoras: porque¿en qué han de ocuparse muchas de ellassi no se ocupan en andar de modista enmodista y de tienda en tienda, eligiendo,revolviendo y comprando trapos y moños?Huelga de maridos y de amantes: porque¿parecerán lo mismo muchas mujeres sinlos encantos artificiales de la toilette? Huelgade autores dramáticos: porque si lasactrices dan en vestir con sencillez, ¿quédefensa tendrán muchas comedias? Sabidoes que cuando en el teatro se llega á la des[7]nudez,sobra toda literatura, con un pocode baile basta. Cuando hay mucho quever, el oído no está para nada y el entendimientomucho menos. Huelga general,en fin, con cierre y quiebra de balnearios,hoteles, playas á la moda, teatros, iglesias,etc., etc.: porque si las señoras no podíanlucir trajes en todos estos sitios, sostenidospor ellas, ¿para qué habían deasistir á ninguno de ellos?
Véase cómo una sencilla huelga de modistas,que en su origen puede parecer cosade broma, podría ser el principio de unarevolución social.
El comienzo de año nos llena siempre demelancolía. ¿Un año más? ¿Un año menos?Depende del estado de ánimo. Decualquier modo, es otro año; y lo que nosentristece es que, con ser otro, será lo mismo.Los días nacen unos de otros, y el nuevodía no amanece nunca. Los que no seresignan á vivir sin esperanza la ponenmás allá del sol, más allá de la vida. Su[8]año nuevo, no es vida nueva; es otra vida.
¡No pensemos en qué nos traerás, añon