Es propiedad del Autor.
[1.] En las obras de filosofía trascendental publicadasde algunos años á esta parte, se emplean con muchafrecuencia las palabras infinito, absoluto, indeterminado,incondicional, haciéndolas representar un gran papel en laexplicacion de los mas recónditos arcanos que ofrecersepuedan á la consideracion del hombre. Con ellas se combinanlas de finito, relativo determinado, condicional; y de estacombinacion se pretende que ha de surgir el rayo de luz que disipelas tinieblas de las regiones filosóficas.
[2.] A pesar del mal uso que muchos hacen de semejantespalabras, preciso es confesar, que es consolador el hecho indicadopor el mismo prurito de emplearlas. Este hecho es un esfuerzo del{6}espíritu humano para levantarse del polvo en que le hundierala impía escuela del pasado siglo.
[3.] ¿Qué era el mundo á los ojos de losfalsos filósofos que precedieron á la revolucionfrancesa? un conjunto de materia, sujeta á movimiento porsimples leyes mecánicas, cuya explicacion estaba dadapronunciando: ciega necesidad. ¿Qué era elespíritu humano? nada mas que materia. ¿Quéera el pensamiento? una modificacion de la materia. ¿Enqué se diferenciaba la materia pensante de la no pensante?En un poco mas ó menos de sutileza, en una disposicion deátomos mas ó menos feliz. ¿Qué era lamoral? una ilusion. ¿Qué eran los sentimientos? unfenómeno de la materia. ¿Cuál era elorígen del hombre? el de la materia; de un fenómenoofrecido por una porcion de moléculas, que ahora se hallanen una disposicion y luego en otra muy diferente. ¿Hablabaisde un destino mas allá del sepulcro? Se os contestaba conuna desdeñosa sonrisa. ¿Pronunciabais la palabrareligion? El desden aumentaba, se convertia en desprecio.¿Recordabais la dignidad humana? Sí, se os otorgabaesta dignidad, con tal que os consideraseis como una graduacion masperfecta, mas nó de distinta naturaleza, de los demásanimales. No se os negaba que vuestra figura fuese mas noble ygalana que la del mono; no se os disputaba la superioridad de lainteligencia; pero debiais guardaros de pretender ni áorígen ni á destino mas elevados. El curso de lossiglos podia desarrollar {7} y perfeccionar las formas del mono,é igualarlas con las vuestras; podia desarrollar yperfeccionar su masa cerebral de tal suerte que de losdescendientes de ese mono que os divierte con sus movimientosextravagantes y sus actitudes ridículas, nacieran hombrescomo Platon, san Agustin, Leibnitz ó Bossuet.
[4.] Con semejante sistema, inútil era pensar en ideas;no habia mas que sensaciones: cuanto se agita en la mente delhombre, desde el mas imbécil, hasta el genio mas poderoso,no era mas que una sensacion trasformada. Los elementos de lahumana inteligencia eran absolutamente los mismos de que dispone elbruto; pensar no era mas que sentir mejor. Tal era el últimotérmino del análisis, tal el resultado de la masdelicada observacion, tal la solucion que á los problemasdel entendimiento del hombre encontrara la mas profundafilosofía. Platon, Aristóteles, san Agustin, santoTomás, Descartes, Malebranche, Leibnitz, no eran mas quesoñadores sublimes, cuyo genio contrastaba con su ignora