[La ortografía del original libro impreso está conservada.]
I
edición y notas de j. gómez ocerín
y r. m. tenreiro
MADRID
EDICIONES DE «LA LECTURA»
1920
Prólogo |
El remedio en la desdicha |
El mejor alcalde el rey |
Durante más de dos siglos, la vigorosísima figura de Lope de Vega quedóoscurecida y sepultada bajo el alud de flores retóricas que, con piadosaintención, derramó sobre ella, en su Fama póstuma, su discípulo yamigo el doctor Juan Pérez de Montalván. En vano fué que Lope hubieracuajado de íntimos rasgos autobiográficos gran parte de sus obras, hastael punto de que muchas de sus poesías no son otra cosa que un comentariolírico a sucesos de su vida: el amañado y artificioso retrato trazadopor el autor del Para todos en las páginas del libro que queda citadoarriba, en el cual, bajo la exuberancia de apologéticos ornamentos,trata de encubrirse, y aun desmentirse, lo que no parecía decoroso sesupiera de las flaquezas y pecados del poeta, tuvo que sertradicionalmente recibido como vera efigies de Lope de Vega.
En 1839 publicó Fauriel en la Revue des Deux Mondes un estudio en quese indica el valor autobiográfico de La Dorotea; idea que, rechazadapor Damas-Hinard, fué adoptada después por Ticknor en su historia (1849)y por von Schack en la suya (1854) y desenvuelta por Ernest Lafond en suEtude sur la vie et les œuvres de Lope de Vega (París, 1857). Conello estaba dado el paso capital para llegar al auténtico conocimientode la vida de Lope, apreciando rectamente los numerosísimos datosdejados por aquél, más o menos desfigurados, en muchas de sus obras.
Hacia ese tiempo ya había estado en manos de don Agustín Durán parte dela valiosísima correspondencia de Lope con el Duque de Sessa, de la cualhabía copiado sesenta y dos cartas, que comunicó a von Schack cuandoéste trabajaba en su Historia de la literatura y el arte dramático enEspaña. Pero hasta que, en 1863, fueron encontrados en el archivo delConde de Altamira tres tomos de la dicha correspondencia, tan donosacomo poco edificante, Cartas y billetes de Belardo a Lucilo, y,estudiados por don Cayetano Alberto de la Barrera, surgió de ellos elpicaresco y apasionado episodio de los amores sacrílegos de Lope condoña Marta de Nevares (con lo cual fué dado apreciar el fundamentoautobiográfico puesto por el poeta a su égloga Amarilis), casi puededecirse que no comenzó a ser conocida la verdadera personalidad de Lope.
Sin embargo, no fué la Barrera quien dió noticia al público de aquellalarga novela de la vejez del poeta: su Nueva biografía, compuesta congran sagacidad y diligencia, y a la cual aún es forzoso acudir hoy alestudiar muchas cuestiones (por ejemplo, los ataques literarios a Lopedel maestro Torres Rámila), a pesar de haber avanzado tanto desde 1864el conocimiento de las sergas lopescas, permaneció inédita en labiblioteca de la Real Academia Española hasta 1890, cuando don MarcelinoMenéndez y Pelayo la puso al frente de la edición académica de las obrasde Lope de Vega, llenando con ella el tomo I. Entre tanto, don FranciscoAsenjo Barbieri había p