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MIGUEL DE UNAMUNO
DEL SENTIMIENTO
TRÁGICO DE LA VIDA
RENACIMIENTO
SOCIEDAD ANÓNIMA EDITORIAL
Calle de Pontejos, núm. 3, 1.º
MADRID
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ES PROPIEDAD
Imprenta de Prudencio Pérez de Velasco, Campomanes, 4.
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EL HOMBRE DE CARNE Y HUESO
Homo sum; nihil humani a me alienumputo, dijo el cómico latino. Y yo diría más bien, nullum hominem a me alienum puto; soy hombre, a ningúnotro hombre estimo extraño. Porque el adjetivo humanus me es tan sospechoso como su sustantivo abstractohumanitas, la humanidad. Ni lo humano nila humanidad, ni el adjetivo simple, ni el adjetivo sustantivado, sinoel sustantivo concreto: el hombre. El hombre de carne y hueso, el quenace, sufre y muere —sobre todo muere—, el que come y bebe y juega yduerme y piensa y quiere, el hombre que se ve y a quien se oye, elhermano, el verdadero hermano.
Porque hay otra cosa, que llaman también hombre, y es el sujeto deno pocas divagaciones más o menos científicas. Y es el bípedo implumede la leyenda, el ζῷον πολιτικόνde Aristóteles, el contratante social de Rousseau, el homo oeconomicus de los manchesterianos, el homo sapiens, de Linneo, o, si se quiere, el mamíferovertical. Un hombre que no es de aquí o de allí, ni de esta época o dela otra, que no tiene ni sexo ni patria, una idea, en fin. Es decir, unno hombre.
[p. 6]El nuestro es elotro, el de carne y hueso; yo, tú, lector mío; aquel otro de más allá,cuantos pesamos sobre la tierra.
Y este hombre concreto, de carne y hueso, es el sujeto y el supremoobjeto a la vez de toda filosofía, quiéranlo o no ciertos sedicentesfilósofos.
En las más de las historias de la filosofía que conozco se nospresenta a los sistemas como originándose los unos de los otros, y susautores, los filósofos, apenas aparecen sino como meros pretextos. Laíntima biografía de los filósofos, de los hombres que filosofaron ocupaun lugar secundario. Y es ella, sin embargo, esa íntima biografía, laque más cosas nos explica.
Cúmplenos decir, ante todo, que la filosofía se acuesta más ala poesía que no a la ciencia. Cuantos sistemas filosóficos se hanfraguado como suprema concinación de los resultados finales de lasciencias particulares, en un período cualquiera han tenido mucha menosconsistencia y menos vida que aquellos otros que representaban elanhelo integral del espíritu de su autor.
Y es que las ciencias, importándonos tanto y siendo